Originaria de la Ciudad de México, Griselda Labrada incursiona en el dibujo y la pintura desde muy temprana edad. De formación autodidacta, Griselda Labrada ha desarrollado un lenguaje plástico basado en la reiteración rítmica de elementos formales y cromáticos, que evocan la complejidad y riqueza de las representaciones de lo sagrado comunes a una gran diversidad de culturas.
En las piezas que componen la muestra “Colores en Movimiento” pueden encontrarse tales referencias como punto de partida; sin embargo, la sensibilidad de Griselda Labrada adiciona a éstas una intención lúdica que las enriquece y hace visibles los infinitos espacios interiores que la artista y su sensibilidad habitan.